Hace unos días me invitaron a participar en la publicación «Mujeres y Cia» compartiendo mis reflexiones sobre temas candentes en el ámbito de los recursos humanos, la tecnología y la salud. En esta ocasión, elegí abordar un tema que considero fundamental: los valores.
Mi columna lleva el título «Los valores como tarjeta de visita», y en ella exploré cómo los valores no solo se han convertido en pilares cruciales en nuestras elecciones personales, sino que también deben destacarse desde el momento en que nos presentamos a los demás.
En un mundo impregnado de incertidumbre, donde la dialéctica entre el progreso tecnológico y la esencia «humanista» se desarrolla, nuestros valores se erigen como herramientas fundamentales para afrontar los desafíos y contradicciones cotidianas.
Como comento en la columna, los valores no son una moda efímera, sino que conectan a las personas con su sentido de identidad y propósito, y esto ha sido así durante toda la historia. Friedrich Nietzsche y otros filósofos han estudiado los valores y han proporcionado diferentes perspectivas sobre su importancia.
En esencia, los valores son la fuerza impulsora que nos guía hacia la libertad, el crecimiento y la mejora continua. Por tanto, resulta crucial reconocer, priorizar y manifestar nuestros valores tanto en nuestras palabras como en nuestras acciones.
Para reconocerlos, diseñé una imagen que refleja la clasificación de Ortega y Gasset sobre los valores, como se presenta en su ensayo «Introducción a la Estimativa. ¿Qué son los valores?», que puedes descargar en PDF aquí.
Este esquema aporta una perspectiva visual y estructurada, enriqueciendo la comprensión de cómo los valores se encuentran en nuestra vida y definen nuestra interacción con el entorno.
Te invito a sumergirte en este tema apasionante a través de mi columna, donde exploramos la trascendencia de los valores en un mundo en constante evolución. La reflexión sobre cómo integramos y proyectamos estos valores no solo enriquece nuestro propio viaje, sino que también contribuye a la construcción de un entorno más ético, conectado y resiliente.
Tomás Otero 