Cuando volvamos a la normalidad, no nos daremos cuenta que todo ha cambiado.
Sentimos que la vacuna está ahí, detrás de la esquina, y estamos locos por volver a lo que hacíamos antes y recuperar el tiempo perdido.
Y claro, se abre el debate sobre si estamos perdiendo la oportunidad de cambiar las cosas o no, en el mundo profesional.
Tiene sentido.
Es más fácil gestionar dos mundos, cada cual con sus características, el personal y el profesional, que tenerlo todo en un batiburrillo, mezclado en un espacio reducido con niños gritando.
Tenemos tantas ganas de volver a ver a nuestros amigos, colegas, clientes, que habrá un Boom en el que apreciaremos más las relaciones entre personas.
Aquellos que sean aficionados al teatro sabrán de lo que hablo.
Por mucho cine que veas, el teatro transmite una pasión que el cine tiene muy difícil clonar.
En el teatro se transmiten emociones que mueven a las personas.
Pero mientras volvemos a los escenarios, el mundo seguirá girando, y la tecnología se incrustará en nuestro día para intermediar como solución de todos nuestros puntos de dolor.
Ahora sabemos que funciona el trabajo en remoto, y que nuestros clientes pueden preferir que les veamos en remoto en vez que en persona, también sabemos que podemos ahorrar muchos viajes de negocio, que eran – en muchos casos – evitables.
Sabemos que podemos ahorrarnos atascos y organizar la vida de un modo más racional e inteligente – más smart – y aunque pensemos que todo ha vuelto a la normalidad, todo habrá cambiado porque cuando nos atienda un bot no nos sentiremos incómodos.
Espero también que el cambio nos haga ver los serios problemas que tenemos con nuestra relación con el entorno, el planeta, y que busquemos soluciones entre todos.
Ese planeta que gira y gira, de un año a otro, y que éste nos ha mareado a todos, hasta el punto de caer.
Muchos no se han levantado, y otros se han quedado bastante tocados.
Veremos como se da el 2021, pero suena a incertidumbre, otra cosa que hemos normalizado en este mundo que gira y gira sin parar.
Sea como fuere, espero y deseo que el 2020 haya sido benévolo, y que el 2021, sea mucho mejor, y sobre todo, ahora más que nunca, que traiga mucha salud, dinero y amor.
¡Felices fiestas!