Quizás sea mi percepción, o quizás sea el entorno de crisis que vivimos, pero estuve viendo la película «Cantando bajo la lluvia» (1952) con los ojos del que nunca la había visto antes – y créanme que la había visto algunas veces.
Os recomiendo la película como herramienta de mentoring, para apoyar cualquier experiencia que estéis compartiendo de cambio disruptivo con vuestro mentee.
La película se desarrolla en el mundo del cine y tiene una trama sencilla a la vez que poderosa. Un estudio de cine con cierto éxito en la producción de películas mudas se enfrenta a la transformación del negocio con la inclusión de la voz.
Al principio los protagonistas se muestran incrédulos, luego bromean y solo cuando la competencia estrena la primera película sonora con éxito abrumador se dan cuenta que han llegado tarde.
La primera reacción es natural: paran hasta nuevo aviso todas las producciones en marcha; la segunda, pasado un tiempo: retoman la grabación incluyendo voz. Lo divertido – así lo muestran – es que incluyen la voz sin cambiar mucho el guión ni la forma de actuar. El resultado: una película artificial, desastrosa y cómica sin querer serlo.
En el proceso surgen nuevas profesiones (directores de sonido y expertos en dicción) y profesionales de éxito en cine mudo se enfrentan al cambio de paradigma. No todos están preparados para mostrar su voz ni saben actuar al tiempo que hablan, entonan y transmiten emociones, por lo que cambia la Industria pero también cambia la expresión del Talento.
Pero aquí el aprendizaje. En un momento de creatividad de nuestros protagonistas deciden ir más allá y ser aún más disruptivos.
Sí, Sí, aún más disruptivos.
Ya que tienen la opción de incluir la voz, deciden hacer un musical y aprovechar las nuevas tecnologías y el talento que tienen.
El resultado, bueno… habrá que ver la película, pero es un ejercicio de mentoring precioso sobre la lluvia del cambio.
Utilizalo como herramienta. Os gustará.